jueves, 20 de octubre de 2011

A Mayret

Los hombres como yo sólo esperan la muerte
no sirven para bailar
ni para hacer sonreir a una chica
ni para lanzar el corazón al futuro
como un anzuelo

No sabemos mirar sino tristeza
porque fuimos amamantados con lágrimas
nos sabemos distintos
miserables
y por eso esculcamos las palabras del otro
hacemos de su discurso una daga
para atravesarlo
para beber la sangre que nos falta
para morir la muerte que añoramos
para pulsar la misma decadencia

Los hombres como yo no sabemos vivir
sin desangrarnos
ebrios de silencio
ciegos
golpeamos los muros del tiempo
sin lograr derrumbarlos
vociferamos
a una deidad ausente

Por eso celebro tu sonrisa
con genuina vocación de polilla
deslumbrado
ante ese signo ausente
en mi vocabulario

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