miércoles, 9 de diciembre de 2009

A manera de prólogo

La palabra es el único punto de fuga que el hombre posee para liberarse de su propia existencia. A través de ella se re- Crea, trascendiéndose a sí mismo al compormeterse con la lógica de su discurso. Se inmola uno en cada letra, ya sea con la desesperación de un suicida vulgar o con la firme convicción de un monje budista.Escribir es una forma de existir. Tal vez el único fin de este espacio es prolongar mi existencia indefinidamente en el imaginario del lector, como la única revancha posible ante la fugacidad de la misma.