jueves, 3 de noviembre de 2011

Migraciones


Estas fechas tuve la oportunidad de visitar la localidad de Chichicaxtle, donde alguien que aprecio entrañablemente es colaboradora en un proyecto de conteo de aves migratorias. Chichicaxtle es el sitio con mayor avistamento de aves a nivel continental. En este punto convergen la mayor parte de las aves de América en su viaje el sur, más allá de las fronteras trazadas por el hombre.

El grupo de trabajo que se ocupa del proyecto resulta sumamente heterogéneo... norteamericanos, holandeses, costaricenses, nicaraguenses, y, obviamente.. mexicanos. Un grupo aproximado de 15 sujetos.

Es increíble el contraste que las aproximaciones de lo Real provocan en el Imaginario (siempre fallido) En vez de un grupo de científicos envueltos en ascépticas batas blancas utilizando instrumentos sofisticados, encontré a tres agradables sujetos en bermudas, con tres binoculares y un telescopio, en la azotea de un hotel. Obviamente eso no cuestiona su capacidad, y debo decir al respecto que me sorprendió la destreza con la que distinguían una especie de otra sirviéndose de un fugaz vistazo. Realmente eran diestros en su área. Lo que produjo el efecto cómico fue el choque entre el imaginario que había construido en torno al significante "observatorio". Lo ridículo de la escena era, en efecto, la construcción a priori farbicada sobre la misma, inevitable.


Lo mejor de estos dos días fué, definitivamente, participar de la dinámica entre los sujetos...

Cada uno de ellos era miembro de un clan... su dinámica era alegre y fluida... La cena constituyó una verdadera fiesta. (...Cumple el ave la función del tótem?....)

Es increíble la sed comunicativa que consume al hombre más allá del lenguaje...

En la cena, en medio de la algarabía, el americano preguntó cómo llegar a Zongolica (estaba buscando una especie de ave), un mexicano escuchó la pregunta y guardo silencio. Después de unos minutos contestó: "En autobús". El americano pareció esperar una respuesta más específica, hasta que comprendió que no la obtendría. Miró a su pareja con un gesto de genuina interrogación. Yo intervine preguntando si le había quedado clara la respuesta (a sabiendas de que no había sido así). Al contestar con una negativa, el mexicano acertó a especificar: A 300 metros sobre el nivel del mar. (Previamente le cuestionó sobre el ave que buscaba). La mujer holandesa, sin comprender la conversación, preguntó: Qué es Zongolica?? Motivo que produjo un estallido de risas entre todos los comensales. Molesta por no comprender el giro de la conversación, se retiró a su habitación. Este es sólo un fragmento de situaciones pareidas a lo largo de mi grata estancia en este sitio, y que me permitió refractar la postura lacaniana con respecto al lenguaje. El hombre, a diferencia del animal, miente.. Sin embargo, esta mentira no necesariamente corresponde a una intencionalidad negaiva con repecto al discurso, sino al simple hecho de que el lenguaje no es capaz de decir al hombre... lo maldice. Sin embargo, a pesar de esto, nos aferramos a lalengua como un recurso simbólico para acercarnos al otro... siempre fallidamente...

Lo poético se produce al contemplar cómo un grupo de personas sujetos a distintos lenguajes, culturas, Otros, fueron capaces de configurarse como una familia, como un clan en el cual todos se hermanan en relación al tótem, en este caso el ave. Incluso es significativo el modo en que se dirigen. (en cuanto terminala época de migración, ellos mismos migran, ya sea para continuar la obervación en otro sitio o para realizar otras actividades, pero siempre en función del tótem!)

Como si el lenguaje primordial de los seres humanos fuera, precisamente como afirmaba Freud, de carácter totémico, articulándose en torno a este significante fálico frontera del lenguaje), a pesar de las diferencias culturales y lingüisticas (aún entre hispanoparlentes) propias de cada sujeto.

Al igual que las aves, han logrado una migración (simbólica?) mas allá de las fronteras territoriales, culturales, religiosas, étnicas, lingüisticas...

Es esta la migración poética que me cautivó desde hace dos días, y razón última de estas palabras.

Tal vez este sea el sentido de ese poema que reza: Viajar es regresar.

Zizek, en su texto, Bienvenidos al desierto de lo Real se cuestiona si la democracia liberal parlamentaria es la única opción ante el fundamentalismo....

Ayer comprendí que muchas de las barreras entre los hombres corresponden a un orden imaginario, que es posible atravesar sirviéndose de lo simbólico.

De ahí que Lacan, en su primer seminario, mencionara la relevancia del símbolo, sin el cuál, la imagen del otro sería el destinatario del odio.

Migremos más allá de la imagen, confiando en que, si bien la negatividad de lo Real (al existir en una sentido no enunciativo) amenaza con ahogarnos, será nuestro universo simbólico el que nos mantenga a flote más allá de nuestro narcisismo...

...Migremos...

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