sábado, 12 de noviembre de 2011

Fantasmas



El yo no es el sujeto, esto lo dejó claro Lacan en su segundo seminario. El yo es excéntrico. Me atrevo a acotar: ridículo. Somos habitados por fantasmas , efectos imaginarios que posibilitan ese particular tornasol que asumimos como propio. Nuestro punto de partida resulta evanescente. Somos el efecto de la ausencia.


Nuestra existencia podría resumirse a una interminable, dolorosa búsqueda fantasmática del deseo,siempre metonímico...fugaz...inhaprensible.


Somos niños que juegan a atrapar el agua...sedientos...imposibles

3 comentarios:

  1. lo triste es asumir tal condición!!! un abrazo hermano que bueno que estés rifandotela con escritos!!

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  2. gracias hermano. ya me hacìa falta un espacio asì. espero no confundir poesìa con psicoanàlisis.

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  3. niños que juegan a tatuar el humo, qué haría yo sin lo absurdo y lo fugaz?
    Un abrazo mi querido Goliath con ojos de niño perdido.

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